#filosofiayporotos
¿Qué muevo cuando me muevo?
La importancia de la actividad física en la búsqueda de la Salud sostenida.
Somos un cuerpo físico, eso es evidente.
Pero también somos un ser emocional y mental.
Y el ejercicio físico actúa, tanto como la alimentación, en esos tres niveles.
Entre muchos otros beneficios, podemos citar por ejemplo:
- • Libera las hormonas de la felicidad...
- • Alivia y reduce el estrés...
- • Mejora las relaciones sociales...
- • Aumenta la autoestima...
- • Alivia la ansiedad...
- • Mejora nuestra conducta. ...
- • Ralentiza y previene el deterioro cognitivo...
- • Aumento de la memoria.
- • Combate los trastornos del sueño: insomnio y somnolencia
- • Ayuda a controlar las adicciones
- • Aumenta la capacidad cerebral
- • Aumenta la productividad
- • Aumenta nuestra capacidad de concentración
Podríamos citar muchos más beneficios, pero a mí me gustaría darle un enfoque más personal y cercano: Un día empiezas caminando 10 cuadras, mantienes ese ritmo durando, tal vez, un par de semanas. Empiezas a notar que ya no te agitas tanto, que puedes oxigenarte mejor, ya tu respiración no es tan superficial, además dando la vuelta a la plaza o al parque, tu cabeza se distrae observando la naturaleza y se nutre de la luz solar, que te permite absorber vitamina D, tan necesaria en el fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico, en la tercer semana agregaste unas cuadras más, y en la cuarta semana ya estás caminando el doble.
¡Lógicamente este logro te hace sentir mucho mejor, venciste tus ganas de quedarte tirado en el sillón!
No solo eso, sino que, además, le contagiaste tu entusiasmo a algún amigo o vecino y ahora salen juntos a caminar, la actividad física es, entonces, también una actividad social aun cuando practicamos alguna actividad individual. Esto es particularmente importante en franjas etarias de niños y adolescentes, pero eso ya es tema para otra reflexión.
Un buen día, notas que hay movimientos cotidianos que ya no te cuestan tanto ni te crujen tanto las articulaciones y eso es precisamente porque el líquido sinovial que las lubrica se regenera con el movimiento, si! Con el movimiento!
Tu autoestima se ve reforzada: tu ego ve, siente y experimenta, que puede vencer sus propias limitaciones, un día a la vez, un paso a la vez.
Y cuando menos lo pienses, tal vez decidas empezar a correr, o te anotes en un gimnasio cerca de tu casa, o emprendas otro tipo de desafíos, como alguna ruta de senderismo.
Pero aún si esto no sucediera, y si continuases caminando 10 cuadras por día, los beneficios en tu salud física, mental y espiritual de todas formas serán palpables y concretos.
El movimiento sigue al movimiento, y aunque a muchos les pudieran parecer pocas “esas 10 cuadras”, vas a ver cómo todo en tu vida empieza a moverse cuando vos decidís dar el primer paso.
Empieza hoy.
Empieza con un primer paso.
Empieza hoy caminando una vuelta al parque.
Empieza acompañando el movimiento con la incorporación de alimentos saludables
Empieza hoy con 20 minutos de exposición a la luz del sol.
Empieza hoy con correcta hidratación.
Empieza Hoy, no lo postergues más.
Repetí mañana.